jueves, 27 de enero de 2011

ACERCA DE COMO IR DE LA MANO DEL EGO.......

Muchos conceptos se escuchan decir acerca del ego.  En general, la sabiduría popular apunta a combatirlo, a disminuirlo,  y en eso,  claro está, es el mismo ego de quien habla el que está interviniendo..
Otras veces, he escuchado alguna otra opinión, pero, ésta que transcribo debajo es una que sintoniza con mi sentir..  algo me dice "es por ahi"    No tengo mas para yo decir.  excepto gracias, por tanta claridad!

Nace un niño. Un niño nace sin conocimiento alguno, sin consciencia de sí mismo. Y, cuando un niño nace, lo primero de lo que toma consciencia no es de sí mismo. Lo primero de lo que toma consciencia es del otro.
Es natural, pues los ojos se abren hacia afuera, las manos tocan a los otros, los oídos escuchan a los otros, la lengua saborea los gustos y la nariz huele el afuera. Esto es lo que implica el nacimiento.


El nacimiento implica venir a este mundo, al mundo del afuera. Entonces, cuando un niño nace, es traído a este mundo. Abre los ojos y ve a otros. "Otro" hace referencia al "tú".
Toma consciencia, primero, de su mamá; luego, poco a poco, adquiere consciencia de su propio cuerpo. Eso también es el otro, también pertenece al mundo. Tiene hambre y siente el cuerpo; se satisface su necesidad y se olvida del cuerpo. Es así como va creciendo un niño.

Primero toma consciencia de ti, el tú, el otro, y luego, poco a poco, por oposición a ti, el tú, adquiere consciencia de sí mismo.

Esta consciencia es una consciencia refleja. No tiene consciencia de quién es. Sólo tiene consciencia de su mamá y de lo que ella piensa de él. Si le sonríe, lo quiere y dice que es hermoso, si lo abraza y lo besa, el niño se sentirá bien consigo mismo.
Ahora, ha nacido un ego.

A través del cariño, el amor, el cuidado, él siente que es valioso y significativo. Nace un centro. Pero es un centro reflejo; no es su verdadero ser. Él no sabe quién es; sólo sabe lo que los demás piensan de él.

Y esto es el ego: un reflejo de lo que los demás piensan. Si nadie piensa que él sirva, si nadie le da cariño, nadie le sonríe, entonces también nace un ego. Un ego enfermo: triste, rechazado, como una herida, sintiéndose inferior y sin ningún valor. Esto también es el ego. También es un reflejo.

Primero la madre (y la madre implica, al comienzo, el mundo entero); luego, otros se sumarán a la madre, y el mundo seguirá creciendo. Y, cuanto más crezca el mundo, más complejo se volverá el ego, porque se reflejan las opiniones de muchos otros.

El ego es un fenómeno acumulado, un subproducto de la vida con otros. Si un niño vive totalmente solo, nunca llegará a desarrollar su ego. Pero eso no sirve: seguiría siendo como un animal. Eso no quiere decir que llegaría a conocer el verdadero ser. No.

El verdadero sólo se puede llegar a conocer por medio del falso. Entonces, el ego debe estar, y hay que atravesarlo. Es una disciplina.
Sólo se puede llegar a conocer lo real a través de la ilusión. No puedes acceder a la verdad en forma directa: primero debes conocer aquello que no es verdad. Primero debes toparte con lo falso. A través de ese encuentro, te vuelves capaz de conocer la verdad. Si reconoces lo falso como falso, la verdad llegará a ti.

El ego es una necesidad. Es una necesidad social, es un subproducto social. "Sociedad" alude a todo lo que te rodea: no tú, sino todo lo que te rodea. Todo, excepto tú, es la sociedad, y todo el mundo refleja. Vas a la escuela y la maestra refleja quién eres. Te haces amigos de otros chicos y ellos reflejarán quién eres. Poco a poco, todo el mundo va sumando a tu ego, y todo el mundo trata de modificarlo de manera tal que no te transformes en un problema para la sociedad.
No es que les intereses; les interesa la sociedad. La sociedad se preocupa por sí misma, y así debe ser. No les interesa que tú accedas a conocer tu propio ser. Les interesa que te transformes en una pieza eficiente de la maquinaria de la sociedad. Debes encajar en el molde; por eso están tratando de proveerte de un ego que encaje con la sociedad.

Te enseñan moral: la moral implica proveerte de un ego que encaje con la sociedad. Si eres un inmoral, siempre serás un inadaptado, en un lugar o en otro.

… A la sociedad no le preocupa la moral. La moral sólo significa que tienes que encajar con la sociedad. Si la sociedad está en guerra, la moral cambia. Si en la sociedad reina la paz, hay una moral diferente.
La moral es una política social, es diplomacia. Y cada niño debe ser criado de manera tal que encaje en la sociedad; eso es todo, porque a la sociedad le interesa tener miembros eficientes. A la sociedad no le preocupa que adquieras un autoconocimiento.

La sociedad crea un ego porque éste puede ser controlado y manejado. Al ser mismo nunca se lo puede controlar ni manejar. Nadie ha sabido jamás de una sociedad que manejara el propio ser: no es posible.

Y un niño necesita un centro. Un niño carece absolutamente de consciencia de su propio centro. La sociedad le ofrece un centro y el niño, poco a poco, se convence de que ese es su centro: el ego que le ofrece la sociedad.

Un niño vuelve a su casa. Si ha sido el primero de la clase, toda la familia se pone contenta. Lo abrazan, lo besan, lo suben arriba de los hombros, bailan y le dicen que es un niño hermoso y que se sienten orgullosos de él. Le están ofreciendo un ego, un ego sutil. Y si el niño llega a la casa derrotado, sin éxito, habiendo fracasado, porque no pudo aprobar, o sólo se quedó sentado en el último banco, nadie lo valora y se siente rechazado. Hará lo mejor que pueda la próxima vez, pues su centro se siente debilitado.

El ego siempre está debilitado, siempre busca nutrirse, que alguien lo valore. Por eso, continuamente demandas atención.
 …
Me enteré de que Mulla Nasruddin y su esposa salían de un cóctel y Mulla dijo:
-Querida, ¿alguna vez te dijeron que eres fascinante, hermosa y maravillosa?
Su mujer se sintió muy, muy bien; estaba muy contenta.
Dijo: -No nunca nadie me lo dijo.
Nasruddin le respondió:
-Entonces, ¿de dónde sacaste esa idea?

Sacas la idea de lo que eres, de lo que te transmiten los demás. No es una experiencia directa; es de los otros de donde obtienes una noción de lo que eres. Dan forma a tu centro. Este centro es falso. Tú tienes tu verdadero centro, que no es asunto de los demás: nadie le da forma; ya naces con él, vienes con él al mundo.

Entonces, tienes dos centros: uno con el que naces, que te es dado por la existencia misma: es el propio ser. Y el otro centro, que crea la sociedad, es el ego; es algo falso. Y es una trampa muy grande: a través del ego, la sociedad te controla. Debes comportarte de cierta manera, porque sólo entonces la sociedad te apreciará. Debes caminar de cierta manera, debes reírte de cierta manera, debes tener ciertos modales, una moral, un código. Sólo entonces la sociedad te apreciará; y, si no, tu ego se debilita.
Y, cuando el ego está debilitado, no sabes dónde estás ni quién eres.

Los otros te han dado la noción. Esa noción es el ego. Trata de entenderlo tan profundamente como puedas, pues hay que deshacerse de ella. Y, si no te deshaces de ella, nunca podrás acceder al ser, porque estarás apegado al centro: no podrás acercarte al propio ser, ni verlo.                        

Y recuerda que habrá un período intermedio, un intervalo, en el cual el ego estará destrozado y no sabrás quién eres, no sabrás adónde te diriges. Y todas las fronteras se mezclarán. Estarás simplemente confundido, en un gran caos.

Por este caos, tendrás miedo de perder el ego. Pero así debe ser. Uno debe atravesar el caos antes de llegar al verdadero centro. Y, si eres audaz, este período será corto. Si tienes miedo y vuelves al ego una y otra vez, y nuevamente lo recuperas, puede ser muy, muy largo. Se pueden perder muchas vidas.


Aun el sentirte desgraciado te da un sentido de “soy”.  Al separarte de él, el miedo te sobrecoge, empiezas a sentir miedo de la oscuridad desconocida y del caos – porque la sociedad ha logrado hacer un claro en una pequeña parte de tu ser.
Es como entrar en un bosque espeso. Haces un claro, limpias un terreno, lo cercas, construyes una choza, un jardín un césped y estas contento. Mas allá de tu cerca – la selva, lo salvaje. Aquí todo está bien lo has planeado todo, así es como ha ocurrido.
La sociedad ha abierto un pequeño claro en tu conciencia. Ha limpiado solo una pequeña parte completamente, lo ha cercado. Todo está bien allí.
Esto es lo que tus universidades están haciendo. Toda la cultura y el condicionamiento son solo para hacer un claro en una parte, para que te puedas sentir en casa allí.
Y entonces te da miedo.
Más allá de la cerca hay peligro.
Más allá de la cerca, tu eres, tanto como dentro de la cerca, tu eres –y tu mente consciente es solo una parte, un decimo de todo tu ser. El noventa por ciento , en alguna parte, tu verdadero centro está escondido.

Uno debe ser osado,  valeroso.
Uno tiene que dar un paso hacia lo desconocido.
Por un momento, perderás todos los limites.

Por un tiempo te  sentirás confundido.
Durante un tiempo, te sentirás muy asustado y conmovido, como si hubiera habido un terremoto.
Pero, si tienes coraje y no te echas atrás, si no vuelves al ego y sigues hacia adelante, hay un centro oculto adentro de ti que has estado cargando durante varias vidas.
Es tu alma,  el propio ser.
Una vez que te acercas, todo cambia, todo se vuelve a acomodar. Pero este acomodamiento ya no lo lleva a cabo la sociedad. Ahora, todo se transforma en un cosmos, no en un caos; surge un nuevo orden. Pero ya no es el orden de la sociedad; es el orden de la existencia misma.
 Es lo que Buddha llama el Dharma, lao Tzu lo llama Tao, Heráclito lo llama Logos. No es un orden fabricado por el hombre. El  orden preciso de la misma existencia
Entonces, de repente, todo vuelve a ser hermoso; y, por primera vez, verdaderamente hermoso, porque las cosas creadas por el hombre no pueden ser hermosas. Cuanto mucho, puedes ocultar su fealdad; nada más. Puedes decorarlo, pero nunca pueden llegar a ser bello..


La diferencia es igual a la que existe entre una flor de verdad y una de plástico o de papel. El ego es una flor de plástico, muerta. Parece una flor, pero no lo es. En verdad, no se puede decir que sea una flor. Aun desde el punto de vista lingüístico, es incorrecto llamarla flor, pues una flor es algo que florece. Y este objeto de plástico es sólo una cosa y no algo que florezca. Está muerta; no tiene vida.
Tú tienes dentro un centro floreciente. Por eso los hindúes lo llaman flor de loto: porque florece. Hablan de la flor de loto de mil pétalos; "mil" significa infinitos pétalos. Y sigue floreciendo; nunca se detiene, nunca muere.


El ego tiene cierta característica: está muerto. Es algo plástico. Y es muy fácil obtenerlo, porque lo proveen los demás. No es necesario buscarlo, no implica búsqueda alguna. Por eso, salvo que te transformes en alguien que busca lo desconocido, no te transformarás en un individuo. Serás sólo una parte de la multitud, de una masa. Cuando no tienes un verdadero centro, ¿cómo puedes ser un individuo? El ego no es individual. Es un fenómeno social.
Y por eso eres tan desdichado. Con una vida plástica, ¿cómo podrías ser feliz? Con una vida falsa, ¿cómo podrías sentirte extático y dichoso? Y entonces este ego crea muchas desdichas, millones. No puedes verlas porque constituyen "tu propia oscuridad", y estás acostumbrado a ella.
¿Notaste alguna vez que a través del ego se cuela toda clase de desdicha? El ego no puede hacerte feliz; sólo puede hacerte desdichado. El ego es el infierno. Cada vez que sufras, trata de observar y analizar, y descubrirás que, en algún punto, el ego es la causa del sufrimiento. Y el ego encuentra siempre razones para sufrir.


Es así como existen las personas. Así es como se vuelven dependientes de los demás. Es una profunda esclavitud. El ego debe ser un esclavo: depende de otros. Y sólo quien no tenga ego será, por primera vez, amo, y dejará de ser esclavo.
Trata de comprender esto, y comienza a buscar el ego, no en los demás (que no son asunto tuyo) sino en ti mismo. Cuando te sientas desdichado, cierra inmediatamente los ojos e intenta descubrir de dónde viene esta infelicidad, y siempre te encontrarás con que el falso centro ha chocado con alguien. Esperabas algo y no sucedió. Esperabas algo y sucedió exactamente lo contrario: tu ego está destrozado, te sientes desdichado. Observa, siempre que estés triste,  trata de averiguar por qué.
Las causas no están fuera de ti. La causa fundamental está dentro de ti; pero siempre la buscas afuera, siempre te preguntas quién te está haciendo infeliz, quién es la causa de tu ira, quién es la causa de tu angustia. Y, si la buscas afuera, no la encontrarás. Sólo cierra los ojos y búscala siempre dentro. El origen de toda desdicha, de toda ira, de toda angustia, se esconde en ti: tu ego. Y, si encuentras el origen, será fácil ir más allá de él. Si descubres que es tu propio ego el que te genera problemas, querrás abandonarlo, porque nadie puede cargar con el origen del sufrimiento una vez que lo comprende.
Y recuerda que no hay necesidad de abandonar el ego. No puedes abandonado. Si tratas de abandonarlo, llegarás nuevamente a un ego sutil que dice haberse vuelto humilde.

No trates de ser humilde: eso es nuevamente ego; escondido, pero no muerto. No trates de ser humilde. Nadie puede tratar de ser humilde y nadie puede crear humildad a través de su propio esfuerzo; no. Cuando el ego ya no está, la humildad llega a ti. No es una creación; es la sombra del verdadero centro. Y un hombre realmente humilde no es ni humilde ni egoísta; es solamente simple. Ni siquiera tiene consciencia de ser humilde. Si tienes consciencia de ser humilde, el ego está allí.


Es difícil ver el propio ego. Es muy fácil ver el ego de los demás. Pero ese no es el punto. No puedes ayudarlos.

 Trata de ver tu propio ego. Sólo míralo.
No te apresures a abandonarlo; sólo obsérvalo. Cuanto más lo observes, más capaz te harás. De repente, un día, descubres que fue abandonado. Y, cuando cae por sí mismo, sólo entonces cae. No hay otra forma. Tú no puedes abandonarlo prematuramente. Cae igual que una hoja muerta: el árbol no hace nada; es sólo una brisa, una situación, y la hoja muerta; sencillamente, cae.

Cuando maduras a través de la comprensión, de la consciencia, y has sentido totalmente que el ego es la causa de todas tus desdichas, un día ves la hoja muerta simplemente cayendo. Se apoya sobre el suelo y muere a su propio ritmo. Tú no has hecho nada y no puedes adjudicarte el abandono. Tú sólo ves que ha desaparecido, y entonces surge el verdadero centro.

Y ese verdadero centro es el alma, el yo, Dios, la verdad, o como quieras llamarlo. No tiene nombre; así que todos los nombres vienen bien. Puedes ponerle cualquier nombre, a tu gusto.


OSHO, Mas allá de las fronteras de la mente

miércoles, 19 de enero de 2011

HUMANO CRISTAL AMARILLO........

HOLA ....AMADO MAESTRO...no quiero dejar pasar este dia especial sin dedicarte unas palabras directamente desde mi corazon.....
luna llena.....como en la hermosa foto donde te colocaron.....energia femenina.....
¿sabes ???...ME SIENTO ACOMPAÑADA POR TI .....EN ESTA NOCHE....AQUI Y AHORA....TUS PALABRAS Y TU VOZ EN UNA GRABACION RESUENAN EN MI ALMA....
BONITA VOZ ...BELLAS PALABRAS ...COMO NADIE SABES LLEGAR HASTA EL FONDO DE MI ALMA......ME ENCANTARIA ESTAR A TU LADO...AQUI EN MI SOFA.....JUNTO A MI.....SI YA SE QUE TU ESENCIA ESTA CONMIGO AHORA....PERO sABES AMADO AMIGO COMPAÑERO....ESTOS DIAS ME SIENTO MUY FISICA....Y CUANDO DIGO FISICA ME REFIERO A QUE TENGO NOSTALGIA DE SENTIR MI CUERPO JUNTO A OTRO CUERPO HUMANO...CALOR FISICO....CARICIAS...BESOS...ABRAZOS....OTRA PIEL ...PARA EXPERIMENTARNOS JUNTOS....HACER EL AMOR...O NO....NO ES EL SEXO LO Q ME AGITA...ES LA SENSACION DE ABRAZARME A MI MISMA A TRAVES DEL OTRO...DE FUNDIRME.....DE FUSIONARME.....¿SABES??...INTENTO CADA NOCHE HACERLO SOLA.....SENTIRME LLENA COMPLETA.....HACER LAS PACES CON MI LADO MASCULINO....POR LLAMARLO DE ALGUNA MANERA.....PERO YA VES.....AUN CREO Q NO LO CONSIGO......TE LO CUENTO A TI DESDE MI CORAZON.....PQ.....NO SE SI ME ENTENDERIA ALGUIEN ...CUANDO NI YO MISMA LO HAGO.....INTENTO SEGUIR TUS PASOS....ME ALIMENTO DE TUS ESCRITOS.....QUE SIEMPRE LLEGAN EN EL MOMENTO JUSTO.......AMIGO....COMPAÑERO....PODER MIRAR TUS OJOS ...EN DIRECTO.....BELLOS ...TRANSPARENTES....RELUCIENTES.......ME ENAMORARON NADA MAS VERTE ...EN EL PRIMER INSTANTE.....ESA ENERGIA BELLA QUE EMANA DE TI ...DE TUS FOTOS.....NI SIQUIERA SABIA QUIEN ERAS......Y YA ESTABA UNIDA A TI......FORMAS PARTE DE MI VIDA DE MI SER...DE MI ALMA.....
MI MADRE SE FUE HACE DOS AÑOS....ANOCHE.....UN DIA ANTES Q TU ANIVERSARIO......TE ESTOY ESCRIBIENDO...AUNQ SE QUE NO HACE FALTA ....PQ ESTAMOS EN CONSTANTE COMUNICACION LO SE....PERO A VECES.....ES CALIDO ESCRIBIR A ALGUIEN QUE AMAS ....EXPRESARLE SENTIMIENTOS.....ES COMO UNA TERAPIA....PALABRAS QUE NO SOLO SALEN DE LA MENTE....SINo DEL CORAZON.....
SE LA NADA¡¡¡¡¡¡¡¡....MI FRASE FAVORITA Y QUE MAS ME AYUDO EN ESTE CAMINO.....QUE COMENZO DE OTRA FORMA EL DIA QUE LEI TU PRIMER LIBRO.....
CONVIERTE TUS VENENOS EN MIEL.....A VECES ES TAN DIFICIL AMIGO...SABER COMO HACERLO.....EL APEGO.....SABES?????CREO QUE NO ES APEGO...NECESITAR A UNA PERSONA QUE COMPARTA COSAS CONTIGO......ADEMAS POR OTRO LADO SIEMPRES DIJISTE QUE LA PERSONA CORRECTA SIN DUDA APARECERA...CUANDO APRENDEMOS DEL AMOR......
BUENO CORAZON....INTENTO ESTAR EN EL PRESENTE ...EN ESTE AQUI Y AHORA......TODO ES COMO TIENE Q SER....CONSIGO FLUIR DEJARME LLEVAR POR LA VIDA SIN MIEDO....PERO QUEDA ESE HUEQUITO EN MI CORAZON....QUE NECESITA COMPARTIR ....NO SOLO CON LA EXISTENCIA Y CON TODO....SINO CON
UNA PERSONA FISICA....TAMBIEN SOMOS CUERPO....Y AHORA ESTOY EN ESE PUNTO.....NO SE SI ESTO TAMBIEN PASARA.....Y LLEGARE A SENTIRME COMPLETA...AUN ASI.....PERO DE MOMENTO MI CORAZON ...MI ALMA Y MI CUERPO...TAMBIEN NECESITAN EL AMOR DE OTRO SER COMMIGO.......

GRACIAS POR ESTE MOMENTO INTIMO ENTRE TU Y YO......DE COMUNICACION .....
TE AMO......AMIGO....HERMANO .....MAESTRO......ESPERO SIGAS AYUDANDOME A SENTIR EN MI ESE BUDA QUE SOMOS TODOS Y COMPARTIMOS.......
AQUI Y AHORA...¡¡¡TE SIENTO¡¡¡¡¡

Ma Sambodhi
Swadharma

domingo, 9 de enero de 2011

TU ORGASMO DEBERIA DE SER EL FINAL DEL JUEGO..........

Preguntaron a OSHO:
- "Mi novia me ha dicho que soy bastante aburrido, nada divertido, muy dependiente y una víctima. Esto me ha hecho sentirme culpable y deprimido, y totalmente insignificante..."


"... Tu novia tiene mucha compasión porque en última instancia todos los hombres se vuelven muy aburridos, y no sólo un poco...

"¿Cómo son tus relaciones sexuales? Si las analizas, tú mismo te darás cuenta de lo aburridas que son, especialmente para la mujer. Para ella, es mucho más aburrido porque el hombre acaba en dos o tres minutos mientras que la mujer ni siquiera ha empezado. Y en todo el mundo se ha impuesto a la mujer la idea de que ella no tiene que disfrutar, moverse o ser más lúdica, porque es obsceno, apropiado para las prostitutas pero no para las damas. Las damas deben tumbarse como si estuviesen muertas y dejar que ese viejo haga con ella lo que le apetezca. Esto no es nada nuevo, puesto que no hay nada nuevo que ver.

No debes tomártelo como una desconsideración contigo. Tu novia está siendo muy sincera y honesta. ¿Alguna vez le has dado una alegría orgásmica? ¿O la usas simplemente para vaciar tu energía sexual? ¿La reduces a un objeto? Su condicionamiento hace que ella lo acepte, pero no puede haber alegría en esa aceptación.

Haces el amor en la misma cama donde peleas todos los días. De hecho, la pelea es el preámbulo: os tiráis las almohadas, os gritáis, discutís por cualquier cosa y luego, cuando os cansáis, tenéis que arreglarlo. Tu amor es una transacción. Si tuvieses sensibilidad estética, tu tálamo nupcial sería un lugar sagrado, porque es ahí donde nace la vida. Deberías poner flores bonitas, incienso, aromas; y entrar en él con un profundo respeto.

El amor no debería ser algo tan repentino como atrapar a la mujer. Esa actitud tan fulminante no es amor. El amor debería tener un preámbulo con música bonita, bailando juntos, meditando juntos. No deberías ser tan mental y estar constantemente pensando en cómo hacer el amor para luego quedarte dormido. Deberías poner todo tu ser en el amor. No debería ser una proyección mental, sino que debería surgir espontáneamente. Música agradable, perfumes, bailar abrazados, y convertiros de nuevo en niños jugando con las flores... Si el amor surge en esa atmósfera sagrada de forma espontánea, tendrá otra calidad.

Debes entender que la mujer puede tener múltiples orgasmos porque no pierde energía. El hombre puede tener tan sólo uno y pierde energía; parece que se queda deprimido. Esa resaca puede durar hasta el día siguiente, y cuando envejece cada vez es más difícil reponerse...

La sexualidad del hombre es local, como la anestesia local. La sexualidad de la mujer se extiende por todo su cuerpo, y a menos que éste empiece a temblar de alegría y todas las células participen, no tendrá una explosión orgásmica.

Pero no es sólo el caso de tu novia, sino el de aproximadamente un noventa y cinco por ciento de las mujeres del mundo. Esta situación tiene que cambiar. La mujer no debería estar debajo del hombre. En primer lugar es horrible porque el hombre tiene un cuerpo más fuerte y la mujer es más frágil. Ella debería estar encima, y no al revés.

En segundo lugar, el hombre debería estar tranquilo y no hacer nada, para no tener un orgasmo en menos de dos minutos. Si estás relajado y dejas que la mujer se vuelva loca sobre tu pecho, esto le permitirá excitarse y la llevará a una explosión de energía orgásmica. Su cuerpo tarda más en exitarse, y si no te quedas quieto, no tendrá tiempo de hacerlo. Os encontráis, pero no es un encuentro bonito y amoroso, sino funcional.

Intenta practicar con tu novia lo que te estoy diciendo. Intenta ser la parte más pasiva y que ella sea la activa. Déjala que se desinhiba. No tiene que comportarse como una dama, sino como una auténtica mujer. La dama es una creación del hombre; la existencia ha creado a la mujer. Tienes que llenar el espacio entre sus orgasmos, y sólo puedes hacerlo de una forma: quedándote quieto, relajado, y disfrutando viendo cómo enloquece. Entonces ella tendrá múltiples orgasmos. Tu orgasmo debería ser el final del juego y no el principio.

De este modo tu mujer no dirá que eres bastante aburrido..."

CUENTO SOBRE EL AMOR Y EL MIEDO.......

Una vez hubo un hombre que soñaba cada noche con encontrar al amor de su vida. Sí, ansiaba el amor de una mujer, pero no el de una mujer cualquiera; él buscaba el Amor verdadero.
Con el tiempo creyó haberlo encontrado y vivió muchos años con esa "idea". Sin embargo no era feliz pues nada de lo que él había creído sobre el Amor puedo llegar a experimentar. El insistía, perseveraba, pero todo era inútil. Y era tal su ceguera que aun así estaba convencido de que ese amor era verdadero.
Un buen día descubrió que no era amor lo que él había sentido, sino miedo... y el miedo es lo opuesto al amor.
Desde aquel descubrimiento algo en él empezó a cambiar. Daba muchos palos de ciego pero a cada paso que daba su visión sobre el Amor se transformaba.
Comprendió que " Aquellos de nosotros que hemos buscado la perfección hemos tenido que aprender a las duras que la perfección no existe. Las demás personas no están aquí para hacernos felices. Están aquí para ayudarnos a aprender. Estamos aquí para amar y aprender. No estamos aquí para forzar el aprendizaje o el amor, sino para dejar que cada uno de ellos nos lleve de manera natural hacia el otro. Cuando uno está presente, el otro también.
De modo que la vida no siempre va por donde yo quiero. A veces quiero que me complazcas, y tú estás en mi vida para ayudarme a despertar. Estás aquí para ayudarme a que aprenda a responsabilizarme. Bailamos esta danza en la que yo sigo intentando que tú me des lo que quiero y tú sigues alejándote. Empiezo a pensar que no me quieres. Empiezo a tener resentimiento haci ti. Me siento enfadado porque creo que te niegas intencionalmente a satisfacer mis necesidades.
Pero tú no estás aquí para satisfacer mis necesidades. Estás aqui para mostrarme mis necesidades a fin de que yo pueda aprender a satisfacerlas por mí mismo. Éste es tu propósito y, cuando lo cumples, nos liberas a los dos.
¿Sabes?, creo que quiero que tú satisfagas mis necesidades, pero, en el fondo, eso no es verdad. Quiero que tú satisfagas tus necesidades. Quiero que tú seas feliz.  Sólo necesito saber que si te alejas de mí, no me estás rechazando. Sólo necesito saber que me quieres.
Cuando sé eso, no quiero interponerme en tu camino. De hecho, te abriré la puerta y te desearé que todo te vaya bien.
Yo no quiero ser la persona que te retenga en contra de tu voluntad. Y no quiero que se me retenga en contra de la mía.
Sé que todos somos libres de elegir. Sólo necesito saber que, cualquiera que sea tu elección, seguirás queriéndome.
Ésto es lo que necesita mi niño. Y aunque sigo haciéndome mayor, ese niño no se va. De hecho crece y se hace más atrevido en mi corazón. Aprende a pedir lo que necesita.
Ya no le avergüenza pedir.
Antes trataba de manipular y de controlar, e insitía en salirse con la suya. Pero eso era porque no se le escuchaba. Ahora que él sabe que yo le escucho, pide cosas muy simples: Sólo necesito saber que me quieres>>.
En mi dolor, en mi confusión, en mi herida, en mi tristeza, sólo necesito saber que soy amado. Si sé que soy amado, el dolor empieza a disiparse. La separación se va superando gradualmente.
Cuando sé que soy querido, algo ocurre. Pero no puede ocurrir hasta que sé que lo que quiero es amor, y tengo la valentía de pedirlo.
Mis sentimientos son una comunicación interna que me dice que no me estoy sintiendo amoroso hacia mí mismo ni hacia los demás. Me he excedido o me he quedado corto, he permitido que alguien me pisara o he pisado a alguien. No me estoy sintiendo amado. No me siento amoroso.
Esto es lo que debo reconocer. Y entonces, cuando lo reconozco, debo decidir que lo que quiero es amor. No puedo continuar con este proceso de perdonar a menos que decida ahora mismo que lo que quiero es amor.
Sí, está bien sentir mi dolor, pero el dolor simplemente me dice que lo que quiero es amor. Sentirme separado, enfadado, envidioso, culpable o triste simplemente me dice que lo que quiero es amor.
Lo increíble es que cuando no justifico no condeno, mis sentimientos me llevan a un vacío que sólo el amor puede llenar. Y el amor siempre comienza en mi propio corazón.
Tu amor se puede unir a él, pero yo no puedo depender de tu amor. El amor entra cuando empiezo a quererme a mí mismo. Y el amor entra cuando empiezo a quererte a tí". (Paul Ferrini)

Cuando comprendió todo ésto, apareció ella, y ella le dijo: "He recorrido medio mundo buscándote y por fín te he encontrado".
Y él sintió que, sin buscarlo, lo había encontrado; se había perdonado a sí mismo.

sábado, 8 de enero de 2011

LA VIDA ES LIBRE.....DISFRUTALA¡¡¡¡



 

 
La vida es libre. La vida es libertad. Dios es la libertad absoluta. No puedes tener actitudes prefijadas, ideas fijas. Si las tienes, tendrás problemas y creerás que es Dios el que te crea los problemas. No. Simplemente tira tus escrituras al río, fluye con el río y todo resultará hermoso. Olvídate de las respuestas si quieres descubrir tu pregunta. Estás rodeado de tantas respuestas que es casi imposible encontrar la pregunta correcta en medio de esta confusión y de este barullo. Y la pregunta correcta es la clave.
No te estoy dando ninguna respuesta. Si has venido a mí a por una respuesta, has acudido a la persona equivocada. No te daré ningún mapa de la consciencia, no; no te proporcionaré ninguna idea sobre Dios. Simplemente te haré surgir una sed, una intensa sed. Haré que tu sed por conocer tu auténtica pregunta, sea máxima. Entonces todo se hará cargo de sí mismo.
Osho-El Verdadero Sabio

jueves, 6 de enero de 2011

CAMINAR CON LA PROPIA LUZ........



 
I
CAMINAR CON LA PROPIA LUZ

Un joven rabí se quejaba al rabí de Rizhyn, "Durante el tiempo que estoy dedicado a mis estudios, me siento vivo y tengo claridad, pero cuando dejo de estudiar, todo desaparece. ¿Qué puedo hacer?"
El rabí de Rizhyn replicó, "Esto es como cuando un hombre camina por el bosque en una noche oscura y durante un tiempo le acompaña otro hombre con una lámpara. Pero al llegar a un cruce de caminos se separan y el primero ha de tantear buscando su camino a solas. Pero si un hombre lleva consigo su propia luz, no tiene porque temer a oscuridad alguna".

Existen religiones como el hinduismo, el cristianismo, el budismo, el judaismo, y muchas más. Pero ésas son religiones, no "la religión". Son reflejos de la luna a través de muchas clases de mentes. No son la verdadera luna. La luna es una, pero puede reflejarse en miles de lagos. Sus reflejos difieren, pero lo que se refleja es uno.
La mente es un espejo. Cuando la religión es reflejada a través de la mente, nace el hinduismo, o el islamismo, o el judaismo. Cuando la religión no es un reflejo, cuando uno se encuentra cara a cara con la realidad sin interposición de ninguna clase de mente, cuando no hay mente alguna entre tú y la verdad, entonces nace "la religión".
El jasidismo es la religión, el sufismo es la religión, el zen es la religión. Difieren solamente en sus nombres; si no serían lo mismo. Su lenguaje es diferente, pero no su contenido. Todos han mirado a la luna, pero le dan nombres distintos. Es natural, obviamente, pero no han estado contemplando sus reflejos. No creen en credos, ideologías, escrituras, dogmas, doctrinas. Conocen la verdad y cuando conoces la verdad no hacen falta escrituras. Cuando no conoces la verdad llevas en tu cabeza las escrituras. Las teorías son substitutos; no tienen vida. La verdad siempre está viva, eternamente viva. No puede ser confinada en palabras; el mensaje no utiliza las palabras. Y no puedes dar con ella por medio de alguien, porque siempre que se utiliza un medio se convierte en un reflejo. Si tu propia mente crea un reflejo, ¿qué decir de las demás mentes a través de la cuales quieres conocerla?
Uno ha de establecer un contacto inmediato, directo, de corazón a corazón. Entre los dos no ha de haber nada: tu corazón y el corazón de la realidad. Han de responder en una profunda resonancia. Han de encontrarse y fundirse y mezclarse y no debe haber una cortina de palabras, de conocimientos, de conceptos. Solamente entonces sabes lo que es la religión.
El jasidismo es religión; el judaismo es sólo un reflejo. O puedes decir lo mismo con otras palabras: el judaismo es la periferia y el jasidismo es el centro, el auténtico centro, el alma viviente, el verdadero centro.
El budismo es la periferia; el zen es el centro. El islam es la periferia; el sufismo es el centro. Y el centro es uno y la periferia son millones. Desde un mismo centro puedes dibujar muchas circunferencias concéntricas. Puedes dibujar las que quieras; el centro sigue siendo uno.
Vamos ha hablar del jasidismo. Antes de penetrar en su espíritu han de hacerse algunas observaciones a modo de introducción. Siempre que surge el problema de cómo hablar de "la religión" aparecen dificultades porque todo lo que puedas decir al respecto siempre será inferior a la verdad. Todo lo que puedas decir será siempre sólo un reflejo. Puede indicarse; no puede explicarse. Puede señalarse, pero no se puede hablar de ello. De modo que ¿por dónde empezar? ¿Cómo indicarlo, cómo señalarlo?
Me gustaría empezar con la hermosa comedia de Samuel Beckett Esperando a Godot. Es absurda, tan absurda como la vida misma, pero el mismo absurdo de la vida, si es comprendido correctamente, se convierte en una indicación de algo importante y que está más allá.
Todo lo que está más allá de ti es importante. Y sólo lo trascendente es importante. Todo lo que trasciende la mente es importante. Esperando a Godot puede ser un buen comienzo para el jasidismo, el zen o el sufismo; una indicación muy indirecta. Porque decir algo directamente sobre algo tan íntimo, es violarlo. De modo que sé cauto; muévete lentamente. Es terreno sagrado.
Se alza el telón: dos vagabundos están sentados esperando a Godot. ¿Quién es ese Godot? Ellos no lo saben; nadie lo sabe.
Incluso una vez, cuando a Samuel Beckett se le preguntó "¿Quién es ese Godot?", contestó "Si lo hubiera sabido, lo habría dicho en la obra". Nadie lo sabe. Es un rasgo zen. La palabra Godot suena como Dios (*)
Es significativo. ¿Quién sabe quién es Dios? ¿Quién lo ha conocido alguna vez? ¿Quién puede afirmarlo? ¿Quién puede proclamar que lo conoce? Todo conocimiento es una estupidez y uno que proclame que sabe quién es Dios es simplemente estúpido. Godot suena como Dios, lo desconocido. Puede serlo todo, puede no ser nada. Todos están esperando a Godot.
Si no saben quién es Dios, ¿por qué están esperando? Porque si no esperas algo, caes en el vacío espiritual. Si no esperas que suceda algo has de enfrentarte a tu vacío interior, a la nada interior. Y asusta, es como la muerte. Para evitarlo, para escapar de él, uno proyecta un sueño en el futuro. De esta forma se crea el tiempo futuro. El futuro no forma parte del tiempo; es parte de la mente. El tiempo es siempre presente. Nunca es pasado ni futuro. Siempre es ahora. La mente crea el futuro porque entonces puede evitar el "ahora". Uno puede mirar hacia adelante a las nubes esperando algo y simulando que algo va a suceder. Y no sucede nada. Una de las verdades fundamentales de la vida humana es que nunca sucede nada. Parece que suceden millones de cosas, pero nunca sucede nada. Uno continúa esperando y esperando y esperando; esperando a Godot. ¿Quién es este Godot? Nadie lo sabe. Pero aun así uno ha de proyectar para evitar su propio vacío.
* N. del T.- En inglés Godot y God (Dios) tienen fonéticas similares.
Hay un dicho del jasidismo: el hombre es polvo y en polvo se convertirá. Polvo convertido en polvo. Y a mitad de camino, se toma un trago. Es verdaderamente bello: estando hecho de polvo, vuelve un día al polvo. Y mientras, se toma un trago. Esa bebida es el deseo, la proyección, la ambición, el futuro, la imaginación. Si no fuera así te darías cuenta de inmediato de que eres polvo y nada más que polvo. Esperando un futuro, aguardando un futuro, el polvo se rodea de un sueño. Así participa de la gloria del sueño, es iluminado por él. Gracias al sueño sientes que eres alguien. Y el soñar no cuesta nada; por eso sueñas. Los mendigos sueñan que son emperadores; no hay ninguna ley que se lo impida. Para evitar lo que se es, se proyecta el sueño del llegar a ser.
Esos dos vagabundos son la Humanidad personificada. El hombre es un vagabundo. ¿De dónde vienes? No lo sabes. ¿Adonde vas? No puedes responder a esto. ¿Dónde te encuentras ahora mismo, en este momento? A lo sumo puedes encogerte de hombros.
El hombre es un vagabundo, un nómada, sin un hogar en el pasado, ni un hogar en el futuro. Un vagabundo deambulando sin parar, continuamente. Beckett está en lo cierto: esos dos vagabundos son toda la Humanidad.
Pero para crear un sueño uno no es suficiente; hacen falta dos. Con uno no basta. Se necesita la colaboración del otro. Por eso los que quieren salirse de esos sueños tratan de permanecer solos; empiezan a guardar silencio. Meditan, se van a los Himalayas. Tratan de estar solos. Porque cuando estás solo es difícil. Poco a poco, una y otra vez, eres devuelto a tu realidad. No existen excusas, no hay disculpas; para eso se necesita al otro. Por eso cuando alguien se enamora, de repente, en su ser explosiona un sueño. El otro está ahí; ahora podéis soñar juntos y podéis ayudaros entre vosotros a evitaros a vosotros mismos. Por eso hay tanta necesidad de amor: es un requisito del sueño. Estando solo, es muy difícil soñar. Una y otra vez el sueño es destruido y eres devuelto al vacío, a la realidad dura y desnuda. Se necesita a un amante, alguien a quién mirar, alguien al que aferrarse, alguien con el que compartir, alguien con el que parchear los huecos, alguien que te sacará de ti mismo para que no tengas que encontrarte cara a cara con tu desnuda realidad.
Dos vagabundos están sentados. Se alza el telón. Están esperando a Godot. No se preguntan entre ellos, "¿Quién es ese Godot?", porque preguntarlo sería peligroso. Los dos saben en su interior que están esperando a alguien que no existe. Es peligroso, es arriesgado, preguntar quién es Godot. Plantear la pregunta resultará peligroso: el sueño será destrozado. Y al estar asustados, no preguntan. En todo momento evitan plantear una pregunta, "¿Quién es ese Godot?" Ésta es la pregunta fundamental que uno debería plantearse en el primer instante en que se es consciente. Estás esperando a Godot; ¡pregunta quién es Godot!
Pero lo evitan; hablan de muchas otras cosas. Dicen, "¿Cuando llegará? ¿Estás seguro de que esta vez será fiel a su promesa? Ayer nos engañó. Anteayer tampoco vino. Y tampoco hoy; el tiempo pasa y parece que no viene. Miran una y otra vez a la carretera; por la carretera no viene nadie. Pero nunca plantean la pregunta fundamental. Nunca preguntan, "¿Quién es ese Godot?" Nunca preguntan, "¿Cuándo te dijo que vendría? ¿Dónde has de verle? ¿Cómo sabes que existe?" No, nunca tocan estos temas.
Así vive la gente mundana, sin plantear nunca las preguntas básicas. Es arriesgado, absolutamente peligroso. Uno ha de ocultarlo. Uno ha de simular que conoce las preguntas fundamentales; continúa planteado preguntas secundarias. Recuerda: cuando alguien viene a mí nunca plantea una pregunta fundamental. Y si trato de devolverte a la fundamental, te asustas. Preguntas cosas fútiles que pueden ser contestadas, pero aunque lo sean no ganarás nada con ello porque no son básicas.
Es como si tu casa estuviera ardiendo y preguntaras: "¿Quién ha plantado esos árboles?" La pregunta puede parecer muy importante, puede ser contestada, pero ¿qué ganarás con ello? Pregunta lo fundamental. La casa está ardiendo; has de hacer algo. Pero nunca preguntan. Una y otra vez dicen, "De nuevo se está acabando el día y él no viene". Y se ayudan entre ellos: "Debe de estar por llegar; se habrá retrasado. Hay mil y un peligros, pero es un hombre en el que se puede confiar. Puedes fiarte de él". Y este "él" está simplemente vacío. Ha pasado otro día y no ha venido. Y se hartan y empiezan a gritar, "¡Ya está bien! ¡Ya es suficiente!" Quieren irse, no pueden esperar más, pero nunca se van.
Al día siguiente están ahí, sentados en el mismo lugar, esperando de nuevo a Godot. Y ayer habían decidido—lo habían decidido absolutamente—que se irían, que se había acabado. Uno no puede estar esperando toda la vida. "Si viene, perfecto. Si no viene, también perfecto". ¿Por qué no se van? Dicen una y otra vez que se van. El problema es, ¿adonde ir? Puedes irte, pero ¿adonde irás? Vayas adonde vayas estarás esperando a Godot. Cambiar de lugar no te servirá de nada.
Puedes venir a la India, puedes ir a Inglaterra, o a América, o puedes ir al Japón, pero ¿qué ganarás con ello? Estarás esperando a Godot. Japón, Inglaterra, la India; es lo mismo. El cambiar la geografía no sirve de nada. Por eso cuando la Humanidad se encuentra en un gran conflicto, los hombres se convierte en viajantes. Van de un país a otro. Siempre en marcha. Siempre yendo a alguna parte. Nunca llegan a ninguna parte, pero siempre están en marcha. En realidad no van a ninguna parte, solamente están escapando del lugar en el que se encuentran. Si están en América, se van a la India. Si están en la India, van al Japón. Si están en Japón, van a Nepal. ¡No van a ninguna parte! Simplemente tratan de escapar del lugar en el que se encuentran. Nada cambia, porque la geografía no tiene nada que ver.
En cierto modo, esos vagabundos son más auténticos, más honestos. Toman decisiones cuando están enfadados. Maldicen, perjuran y dicen, "¡Ya está bien! Mañana por la mañana no estaremos aquí, esperando a Godot. Nos iremos".
Y mañana, otra vez, el sol sale y ellos se encuentran en el mismo lugar, esperando. Y de nuevo, preguntando cuándo viene. Se han olvidado por completo de que la noche anterior habían decidido irse. Pero, ¿adonde ir? No hay ningún lugar al que ir; ésta es la segunda verdad fundamental respecto a la Humanidad.
En primer lugar, nunca sucede nada. Parece que las cosas suceden, pero tú sigues siendo el mismo. Mira en tu ser. ¿Ha sucedido algo ahí alguna vez? Eras un niño y tenías muchos sueños; luego te volviste un joven y seguías soñando. Luego te volviste un viejo y seguías aún soñando. Soñabas con las riquezas de este mundo; ahora puede que estés soñando con las riquezas del otro mundo. Pero ¿te ha sucedido nunca nada? Y no te asustes, porque si te asustas empezarás a plantear preguntas de segundo orden.
La religión es plantear la pregunta fundamental, la pregunta auténticamente fundamental. Y plantearla con valentía es muy importante porque al preguntar te estás acercando más al centro.
La segunda verdad: has estado yendo y yendo y yendo de un lugar a otro, de un estado de ánimo a otro, de un plano a otro, de un nivel a otro nivel. Y no llegas a ninguna parte. ¿Has llegado a alguna parte? ¿Puedes afirmar que has llegado a alguna parte? Siempre es una partida; nunca hay una llegada. Los trenes siempre están partiendo, los aviones siempre están partiendo, la gente siempre está preparada en sus salas de espera. Siempre partiendo; nunca llegando a ninguna parte. ¡Qué absurdo! Pero tú nunca planteas estas dos preguntas fundamentales.
Y entonces, automáticamente, surge la tercera: "¿Quién eres?" Porque lo verdaderamente importante no es preguntar quién es Godot. Tú lo has creado; tus dioses son tus creaciones. Olvídate de lo que dice la Biblia: que Dios creó al hombre a su propia imagen y semejanza. Es justo lo contrario: el hombre ha creado ha Dios a su propia imagen y semejanza. Éste es Godot. Ésta es tu creación. Es tu sueño. Sea como sea has de sentirte importante, algo: has creado al Dios de los cielos. Dios no ha creado al hombre, Dios no ha creado al mundo. Es el hombre el que lo ha ideado todo.
Una verdadera, una auténtica religión no pregunta quién es Dios. Pregunta, "¿Quién soy yo?" He de regresar a mi fuente original. Ahí y solamente ahí: la revelación. Jesús, Buda, o Baal Shem Tov, plantean las preguntas fundamentales.
Lo segundo que has de comprender respecto al plantear preguntas fundamentales es: las preguntas fundamentales no tienen respuestas. ¡La pregunta misma es la respuesta! Si preguntas con sinceridad, en la pregunta en sí se encuentra la respuesta. No es que preguntes: "¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo?..." y un día descubras que tú eres a, b, c, d,... No, nunca llegarás a este a, b, c, d. Poco a poco, cuanto más insistas, más profunda se hará la pregunta. Un día, de repente, la pregunta desaparecerá. Te encontrarás cara a cara con tu propio ser. Estás abierto a tu ser. La pregunta ha desaparecido y no hay respuesta.
Tómalo como criterio: si una pregunta tiene una respuesta, no es una pregunta fundamental. Si preguntando, la pregunta desaparece, entonces es fundamental. Y con su desaparición misma, llegas a casa y por primera vez algo sucede. Por primera vez no eres el mismo. Godot no ha llegado, pero ya no hay espera. No esperas; has llegado. Y una vez has llegado, la calidad de tu ser es completamente diferente. Entonces puedes celebrar.
¿Cómo vas a poder celebrar si no has llegado? Estás triste, te sientes desgraciado. ¿Cómo vas a danzar si la meta está tan lejana, tan distante que parece no haber ninguna posibilidad de que puedas alcanzarla? ¿Cómo vas a ser feliz? ¿Cómo vas a disfrutar? ¿Cómo podrá brotar la alegría en ti? Aún te interpones. La semilla es todavía una semilla y la flor está muy lejos. No, no es posible. Cuando la semilla se convierte en la flor, aparece la alegría, aparece el regocijo.
Una vez que comprendes quién eres, una vez eres capaz de penetrar en tu vacío sin asustarte, una vez aceptas tu muerte interior sin tratar de escapar mediante los sueños y las proyecciones, una vez que aceptas ser polvo que se convertirá en polvo y entre estos dos extremos solamente hay un inmenso vacío, has llegado a lo que Buda llama "Nirvana". ¡Y esto es a lo que los jasidas llaman "Dios"! No es tu Godot.
Los judíos siempre han insistido en que no se ha de pronunciar el nombre de Dios, porque una vez lo pronuncias, lo falseas. Es impronunciable, es inexpresable. Puedes guardarlo en tu corazón, pero no puedes expresarlo. Puedes convertirte en él, pero no puedes expresarlo. Y los judíos tienen toda la razón al sentirlo así. Dios no es un ser; es un fenómeno tan vasto y tan infinito que no hay palabra que pueda abarcarlo. Solamente un corazón infinito puede contenerlo. Solamente el infinito vacío interior puede contenerlo.
Cuando entres en tu interior sentirás que estás entrando en un espacio en el que te vas a perder, de la misma forma que una gota de agua se pierde al entrar en el océano. Te perderás: de eso es de lo que tienes miedo. Por eso temes a la muerte y empiezas a soñar en el futuro, proyectando. Penetrar en tu ser es siempre como la muerte. Es una crucifixión. Es una cruz. Pero si tienes el valor suficiente... Y los cobardes nunca se convierten en hombres religiosos. Solamente las muy escasas almas tremendamente valerosas que son capaces de asumir el riesgo de perderse, llegan. Has de pagar por ello, y ninguna otra cosa servirá. Para obtenerlo te has de perder a ti mismo.
Una vez estás dispuesto a penetrar en el vacío, de repente, el miedo desaparece. La misma energía se convierte en celebración. Eres capaz de bailar porque aquello que parece vacío era sólo una interpretación de la mente. No había tal vacío. ¡Estaba tan lleno que la mente no era capaz de interpretar esa plenitud!
La mente es impotente, la mente es negativa, la mente está vacía. Comprende el lenguaje del vacío. Si algo está totalmente lleno, la mente no puede comprenderlo. Es como cuando has estado viviendo en la oscuridad durante toda tu vida. De improviso te sacan a la luz del sol y tus ojos se ciegan. Es tremendamente cegador, la luz es excesiva. No puedes abrir tus ojos. Sólo ves oscuridad. Estando a la luz del sol, es como si estuvieras a oscuras. Hasta ahora has vivido en la mente. La mente significa futuro. "Mente" quiere decir "eso que no existe". "Mente" significa sueños, fantasías, ilusión, maya. "Mente" significa "un mundo mágico". Creas tu propio mundo y vives en él. Creas tus alucinaciones y vives en ellas. Tu cielo y tu infierno son mentales.
Una vez penetras en tu ser interior, la mente se ve incapaz de comprenderlo. Desconoce por completo el nuevo lenguaje, el nuevo territorio. Le es absolutamente desconocido. La mente no puede con ello. Simplemente se vacía; es demasiado para ella. La luz es tan brillante y deslumbrante que la mente se vacía y se queda en blanco. Entonces te asustas y escapas. Entonces creas un falso Dios, un Godot.
Un Godot es un falso Dios. Puede ser la riqueza, puede ser el prestigio y el poder, puede ser la política, puede ser el ego, puede ser un dios en el cielo. Pero todos son Godots. Tú los creas. No conoces lo auténtico. Al desconocerlo, creas a su alrededor tu propio sueño.
La auténtica religión es una indagación en lo que verdaderamente es. La falsa religión, inventa. La auténtica religión es un descubrimiento. La falsa religión es una invención. La mente inventa cosas. Y la mente es la barrera. Y una vez que la mente se pone a inventar, crea grandes filosofías: el cristianismo, el hinduismo, el judaismo. Todos los grandes místicos—jasidas, Maestros zen, sufíes—son rebeldes. Han de serlo. Un hombre religioso es un rebelde; no hay otro camino. La religión y la rebelión son las dos caras de la misma moneda.
Hay religiones de Godots—iglesias, templos, mezquitas—organizadas en torno a un credo, organizadas debido al miedo del hombre, organizadas debido a la huida de la mente por el miedo a su propio vacío. Las doctrinas, los dogmas, te hacen sentir lleno. Ésas son las barreras.
Un Jesús, un Buda, o un Baal Shem Tov, son necesariamente rebeldes. No les llamo revolucionarios; les llamo rebeldes. Y has de comprender bien la diferencia. Un revolucionario es aquél que desea cambiar la sociedad, que quiere cambiar el gobierno, que quiere cambiar las estructuras económicas, políticas, religiosas. Un revolucionario no es espiritual. No le preocupa cambiarse a sí mismo. Piensa que si los demás cambian, todo se arreglará. Un revolucionario vive en una ilusión. Todas las revoluciones han fracasado, han fracasado estrepitosamente. Y la revolución suprema no puede triunfar. Su actitud misma está completamente mal orientada: es un esfuerzo para cambiar al otro. A un hombre rebelde no le preocupa la estructura de la sociedad, del estado, del gobierno. No. Se ocupa de su propio ser. Es un individuo. Los revolucionarios fundan partidos. Un rebelde está solo; él es su propia revolución. Adonde quiera que vaya, su revolución va con él. Su mismo ser es un agente de transformación. Jesús, Buda, Zarathustra, son rebeldes. Han cambiado su propio ser; han llegado. Si puedes observarlos exteriormente descubrirás una serenidad, una calma, una sutil alegría, en la forma en que respiran, en la forma en que caminan. Podrás observarlos, podrás sentirlos, podrás escuchar el sonido que les envuelve, las sutiles ondas de su propia calma interior. Si te abres, te alcanzará. Ha ocurrido una rebelión; el estado de ser es completamente nuevo. Lo viejo ha muerto y lo nuevo ha nacido. Éste es el significado de la historia de la crucifixión y resurrección de Jesús. Es una metáfora. No trates de ver en ella algo real. Una vez interpretas una metáfora como historia, empiezas a hacer el tonto. Es una metáfora muy bella, muy poética. Cristo es crucificado y al tercer día resucita. Una nueva vida; el ahora inmortal, el ahora eterno.
Si vas hacia tu interior y te encuentras con el vacío interno, morirás. Y surgirá una brecha. Esos tres días son simbólicos. Son esa brecha... Durante esos días estarás muerto como Jesús en la cueva. Sencillamente se necesita un camino para que lo viejo pueda desaparecer por completo. Recuérdalo: completa, totalmente, no ha de quedar ni un sólo resto porque ese resto podría envenenar lo nuevo. Por eso es necesaria esa brecha, para que lo viejo desaparezca completamente y lo nuevo aparezca. No existe una continuidad entre ellos. No hay ninguna continuidad. Es una discontinuidad. Jesús, el hijo de María murió y a los tres días, resucitó el Cristo, el Hijo de Dios, lo nuevo.
Por lo general la religión es algo falso. ¡Cuidado con ella! Puedes seguir estudiando y mientras estudias te sientes bien. Mientras estudias puedes olvidarte de ti mismo. Puedes enredarte en sutiles teorías y puede que exista un cierto goce intelectual, una satisfacción intelectual. Puedes practicar rituales y sentirte algo intoxicado con ellos. Si repites un mantra continuamente te sentirás intoxicado. Está creando un determinado alcohol con el sonido. O puedes relacionarte con las drogas; entonces estás alterando tu química y durante un tiempo alcanzarás unas falsas alturas, unas alturas que no son verdaderas alturas, porque no habrás crecido para alcanzarlas. La química es la que te ha empujado.
Has de entender bien esto: se puede alterar la química corporal de muy diversas maneras. Puedes alterarla con drogas, con el LSD, la marihuana, y otras drogas. Puede alterarse con antiguos métodos aumentando la cantidad de oxígeno en el cuerpo. Si inhalas un exceso de oxígeno, alteras tu química corporal. Si ayunas, cambias tu química. Incluso poniéndote cabeza abajo puedes cambiar tu química porque de esta forma la sangre circula en mayor cantidad por el cerebro.
Puedes cambiar la química de muchas maneras. Las drogas son la más novedosa. Pero esos otros métodos también son drogas que alteran tu química. Puede que sean mejores que las drogas psicodélicas, pero siguen siendo lo mismo.
Con rituales, a través del estudio, de las creencias, mediante la auto-hipnosis, puedes alcanzar algunos falsos destellos, como si estuvieras profundamente dormido y en sueños vieras salir el sol. En un sueño, el sol no es real; todo es una alucinación. Cuando te despiertas, es noche cerrada.
Las falsas religiones, las iglesias, las organizaciones, están siempre suministrándote intoxicantes, drogas. Puede que estén en contra de las drogas modernas, pero no están en contra de las drogas. Siempre están a favor de lo viejo; para ellas lo viejo es siempre lo mejor.
Yo estoy en contra de todas las drogas, nuevas y antiguas. Incluso estoy en contra del Yoga porque también es una forma de alterar tu química corporal. ¿Qué hacer entonces?, porque a menos que te ocupes de tu propio crecimiento, está historia será falsa.
Te la leeré.

Un joven rabí se quejaba al rabí de Rizhyn, "Durante el tiempo que estoy dedicado a mis estudios, me siento vivo y tengo claridad, pero cuando dejo de estudiar, todo desaparece. ¿Qué puedo hacer?"

Es posible. Si estás escuchándome puede sucederte. Puede que a veces, escuchándome, te sientas vivo y estés claro porque incluso el escuchar altera la química corporal. Atendiendo a mi voz, al su ritmo, continuamente, estando atentamente alerta, tu química corporal es cambiada. Continúas mirándome; surge una sutil hipnosis. Sigues escuchándome; tus pensamientos se paran. Te sientes vivo. Tienes claridad. Pero no has de depender de ello y no lo consideres algo que hayas alcanzado.
Le pregunto a la gente, "¿Qué meditación es la que encaja más contigo?". Muchos me contestan, "El discurso de la mañana. Cuando te escuchamos por las mañanas, eso es la meditación más profunda". Pero eso es una clase de hipnosis. ¡Cuidado! Puede que esto le sucediera al joven rabí.

"...Durante el tiempo que estoy dedicado a mis estudios, me siento vivo y tengo claridad, pero cuando dejo de estudiar, todo desaparece. ¿Qué puedo hacer? "

Cuando dejas esta sala y estás sólo, ¿por cuanto tiempo seguirás en esa profunda meditación que sentías conmigo? Desaparecerá. Antes de que hayas llegado a la puerta, dejará de acompañarte. Y es bueno que desaparezca. Si no fuera así seguirías viviendo siempre una ficción. Es bueno que no puedas llevártela a casa, es bueno que no dependas de ella, porque si no, así como eres, la convertirías en un tesoro y te olvidarías de que no es algo que te hayas ganado.
A menos que la religión sea auténticamente tuya, no habrá sucedido. Y ésta es una de las cosas más importantes que has de recordar siempre porque la tendencia de toda mente es olvidar; es muy fácil y no cuesta nada.
Escuchándome, leyendo el Gita, o el Talmud, o la Biblia, eres sacado de tu mente. En ti empieza a funcionar un elemento exterior. Puede que eso del exterior sea Jesús, Buda, o yo, pero algo desde el exterior está tirando de ti. Una vez desaparece, eres devuelto a tu realidad. Y casi siempre ocurre que regresas a un lugar aún más profundo que antes.
Es como si vas por una carretera. La noche es oscura y un coche pasa por tu lado. Durante un instante, una fuerte luz, la luz de los faros del coche, te deslumbra. Luego, el coche sigue su camino. La oscuridad es incluso mayor que antes.
Escuchándome a mí, leyendo el Gita, el Corán, el Talmud, pasa un coche con unos potentes faros. Por un instante quedas deslumbrado; sales de la vasta noche oscura que te rodea. Pero cuando el coche ha pasado, cuando el Buda se ha ido, cuando Jesús se ha ido, de repente, te encuentras en una noche aún más oscura que antes.
Por cierto, me gustaría que supieras que en la India es donde han surgido la mayor cantidad de místicos. Por eso la India se encuentra sumida en tanta oscuridad. ¡Tanta gente que ha deslumbrado la mente! Un Buda, un Mahavira, un Krishna, miles de ellos; una gran procesión, una y otra vez. Y han hipnotizado a la gente, la han encantado. Y cuando desaparecieron, la gente cayó en una noche aún más oscura que antes.
Observa la mente india; no encontrarás nada más podrido en el mundo. Completamente podrida hasta sus raíces. Y la razón es ésta: un exceso de luz sin suficiente capacidad para absorberla. Porque la capacidad de absorber la luz solamente surge cuando has crecido. No mires al sol; puedes quemar tu retina. Uno ha de aprender, y por "aprender" quiero decir que has llegar a ser capaz de soportarlo. Los ojos han de reforzarse más y más y más y entonces podrás mirar al sol y eso te ayudará. Puede resultar una ayuda tremenda.
Ahora incluso los científicos están de acuerdo en que el centro del tercer ojo...—le dan sus propios nombres científicos: glándula pineal, o algo así; no importa—se alimenta de luz. Si observas una lámpara, una llama, tu tercer ojo empieza a funcionar. Se alimenta de luz. Por eso es difícil dormir de día, porque hay luz y el tercer ojo está funcionando y vibrando. Por eso es difícil dormir por la noche cuando hay una luz encendida. Te gusta estar a oscuras porque si no el tercer ojo sigue funcionando y la función del tercer ojo es la consciencia. De ahí derivan los métodos hindúes del tratak, la observación de una llama. Si miras una llama durante mucho tiempo, durante unos meses una hora al día, tu tercer ojo empezará a funcionar perfectamente. Te volverás más consciente, estarás más lleno de luz.
Cuando me estás mirando, de repente surge una lucecita en tu interior. Me escuchas, estás atento. Cuando prestas atención tu tercer ojo se enfoca. Me miras, me observas, o lees un libro... no un libro corriente, sino un libro nacido de alguien que ha Llegado: una Torah. Miles de años han pasado, pero si el hombre que pronunció esas palabras o escribió esas líneas había llegado... todavía persiste una cierta vibración. Pones atención, tienes claridad y siempre que te sientes claro te sientes vivo. Has de acordarte de esta combinación. Siempre que estás muerto te sientes a oscuras. Siempre que estás vivo te sientes con luz.
Hay un dicho de Jesús: "Ven y sígueme. Mi carga es light”. Generalmente los cristianos lo han interpretado como: "Mi carga no es pesada", pero no es esto. Cuando Jesús dice "Mi carga es light”, quiere decir simplemente "luz". No quiere decir que no sea pesada. "Ven y sígueme. Mi carga es la luz". Ésa es la única carga que transporto: la luz. (*). Y la luz no pesa. Ese es el significado secundario: no es pesada. La luz es ligera. Es lo más ligero del mundo, lo más inmaterial. Y siempre que sientes tu luz interior, de inmediato sientes una explosión de energía vital.
El joven rabí dijo,

"Durante el tiempo que estoy dedicado a mis estudios, me siento vivo y tengo claridad, pero cuando dejo de estudiar, todo desaparece. ¿Qué puedo hacer?"
El rabí de Rizhyn replicó, "Esto es como cuando un hombre camina por el bosque en una noche oscura y durante un tiempo le acompaña otro hombre con una lámpara. Pero al llegar a un cruce de caminos se separan y el primero ha de tantear buscando su camino a solas. Pero si un hombre lleva consigo su propia luz, no tiene porque temer a oscuridad alguna".

Te encuentro por el camino. Yo tengo una luz. De repente dejas de estar en la oscuridad. Pero la luz es mía y pronto nos separaremos porque tu camino es tu camino y el mío es el mío. Y todo ser humano tiene un camino individual para alcanzar su destino. Durante un tiempo te olvidas de la oscuridad. Mi luz alumbra para mí y para ti, pero pronto llega el momento en que nos hemos de separar. Yo sigo mi camino, tú sigues el tuyo. Entonces tendrás que andar a tientas en la oscuridad y la oscuridad será más espesa que antes.
No dependas pues de la luz de otro. Es mejor incluso que andes a tientas en la oscuridad, pero que la oscuridad sea la tuya. La luz de otro no es conveniente; tu propia oscuridad es mejor incluso. Al menos es uno mismo, al menos es tu realidad. Y si vives en tu propia oscuridad, la oscuridad se irá haciendo más y más clara. Serás capaz de dar unos pasos. Aprenderás el arte; no te caerás.
Los ciegos no se caen. Trata de andar con los ojos cerrados; te será difícil. No podrás andar ni siquiera unos cuentos metros, pero el ciego es capaz de recorrer todo el camino. La ceguera es la suya. Con los ojos cerrados vives una ceguera prestada, no es tuya. Incluso la propia oscuridad es mejor. Los errores propios son mejores que las virtudes de los demás. Recuérdalo, porque la mente siempre trata de imitar, de vivir de prestado. Pero lo que posee una importancia no puede ser prestado, no. No puedes entrar en el reino de Dios con dinero prestado; no se puede. No puedes sobornar a los guardias porque no hay guardias y no puedes entrar por la puerta del ladrón porque no hay puertas. Has de caminar y al caminar crearás tu camino. No se encuentran caminos prefabricados. Por eso las falsas religiones continúan predicando a
* N. del T.- Juego de palabras en inglés en el original entre dos acepciones de light: ligero y luz.
la gente: "Venid. Aquí hay una súper autopista. Sé un cristiano y deja de preocuparte. Nosotros llevaremos tu carga y entonces nosotros seremos los responsables".
Jesús dice, "Sé tú mismo". El Papa del Vaticano dice, "Sigue al cristianismo". Todo el cristianismo está en contra de Cristo,» todas las iglesias están en contra de la religión. Son las ciudadelas de la anti-religión y del anti-Cristo porque los que han llegado han recalcado que has de ser tú mismo. No hay otro camino para ser. Todo lo demás es deshonesto, falso, insincero, imitativo, repugnante. La única belleza posible es ser tú mismo. Ser tú mismo de una forma tan pura y tan inocente que nada del exterior pueda entrar en ti. Camina en tu propia oscuridad, porque al caminar, al ir a tientas, poco a poco, irás encontrando tu propia luz. Cuando tienes tu propia oscuridad, tu luz no se encuentra muy lejos. Cuando la noche es oscura, la mañana está cerca, casi llegando.
Una vez dependes de una luz prestada, estás perdido. La oscuridad nunca será tan peligrosa como la luz prestada. El saber está bien, pero el conocimiento no. El saber es tuyo; el conocimiento es de los demás.

"Esto es como cuando un hombre camina por el bosque en una noche oscura y durante un tiempo le acompaña otro hombre con una lámpara. Pero al llegar a un cruce de caminos se separan y el primero ha de tantear buscando su camino a solas. Pero si un hombre lleva consigo su propia luz, no tiene porque temer oscuridad alguna".

Buda se estaba muriendo. Había estado caminando durante cuarenta años con una luz y miles le habían seguido. Ahora se estaba muriendo. Un día por la mañana dijo, "Éste es mi último día. Si tenéis algo que preguntar, preguntad". El momento había llegado, la encrucijada estaba allí. Ahora seguiría su propio camino. De repente una infinita oscuridad rodeó a los que allí estaban. Ananda, el principal discípulo de Buda, empezó a llorar como un niño, casi enloquecido, con su corazón latiendo fuerte y las lágrimas cayéndole. Buda le dijo, "¿Qué haces Ananda?" Ananda le dijo, "¿Qué vamos a hacer ahora? Estabas aquí, seguíamos tu luz. Estábamos a salvo y nos sentíamos seguros. Habíamos olvidado por completo que existía la oscuridad. Siguiéndote, todo estaba claro. Cuarenta años y ahora nos dejas. Y nos dejas en una oscuridad completa. Estábamos mejor antes de encontrarte porque como mínimo estábamos sintonizados con la oscuridad. Ahora, incluso esa sintonía se ha perdido. ¡No nos dejes en la oscuridad! Mientras estuviste con nosotros no alcanzamos la Iluminación, ahora ¿qué sucederá cuando te hayas ido? Estaremos perdidos para siempre". Y empezó a sollozar y gemir de nuevo.
Buda le dijo, "Escucha. Durante cuarenta años has caminado con mi luz y no has podido alcanzar tu propia luz. ¿Crees que si vivo durante cuarenta años más alcanzarás tu propia luz? Ni aunque fueran cuatro mil o cuatro millones de años. Cuanto más te acostumbras a caminar con una luz prestada, más imitativo te vuelves, más te pierdes. Es mejor que me vaya".
Las últimas palabras en los labios de Buda fueron, "Sé una luz en ti mismo". Murió diciendo, "Sé una luz en ti mismo—appo dipo bhava.
La historia es hermosa. Al día siguiente, Ananda se Iluminó. Durante cuarenta años no había podido Iluminarse y sentía un amor tremendo por Buda; casi se había convertido en su sombra y aún así no lo había conseguido. La luz era prestada; había confiado demasiado en ella. Y como era tan bello y estaba a su alcance sin esfuerzo alguno, ¿por qué preocuparse de otras cosas? Y en las veinticuatro horas siguientes, se Iluminó. ¿Qué fue lo que ocurrió?
Veinticuatro horas de llorar profundamente y de encarar la oscuridad y la realidad de la propia incapacidad. Esas veinticuatro horas debieron ser para él larguísimas. Fue el período de oscuridad: con mucho dolor, con una tremenda angustia y agonía. Atravesó ese infierno. Se dice que durante veinticuatro horas estuvo tendido bajo un árbol como si estuviera muerto, con su cuerpo presa de un incesante temblor, derramando lágrimas sin cesar. La gente pensó que se había vuelto loco o que no sería capaz de sobrevivir sin Buda. Pero al cabo de las veinticuatro horas era un hombre completamente diferente. Abrió sus ojos y la gente no podía creerlo: esos ojos poseían la misma cualidad que los ojos de Buda. Su cuerpo poseía la misma belleza, la misma fragancia. Caminaba como Buda. Había alcanzado su propia luz.

El rabí de Rizhyn replicó,"... Pero si un hombre lleva consigo su propia luz, no tiene porque temer a oscuridad alguna".

No es necesario que el mundo esté completamente iluminado para que camines, solamente tu propio corazón. Una pequeña llama bastará porque será suficiente para iluminar tu camino y que puedas caminar. Nadie da más de un paso cada vez. Una pequeña llama en el corazón de la consciencia, de la plena atención, dhyana, de la meditación. Una pequeña llama y es suficiente. Alumbrará un poco tu camino. Entonces caminarás y de nuevo la luz alumbrará un poco más adelante.
Dice Lao Tse, "Dando cada vez un paso uno puede caminar miles de kilómetros". Y Dios no está tan lejos.
Godot está muy lejos. Nunca le alcanzarás. Tendrás que esperar y esperar y esperar. Es una espera. Godot es una espera, infinita, porque es pura imaginación. No existe, es como el horizonte. Parece que a sólo unos kilómetros de distancia el cielo se encuentra con la tierra. Tú piensas, "Un viaje de unas cuantas horas y llegaré al horizonte". Nunca llegarás. La tierra nunca se encuentra en ninguna parte con el cielo. Puedes dar la vuelta a la Tierra una y otra vez, puedes recorrer su circunferencia millones de veces. Nunca llegarás al horizonte. Y siempre está allí, delante de ti, esperándote.
Godot es un horizonte; es una espera. Colma tu vacío; te engaña. Ése es el único engaño. Pero Dios no está tan lejos. ¡Dios está exactamente donde tú estás ahora!
En los Upanishads hay una cita, "Dios está lejos y también está cerca". Si tuviera que traducirlo diría, "Godot está lejos. Dios siempre está cerca". Está aquí-ahora. ¿Quién te envuelve ahora mismo? ¿Quién late en tu interior en este mismo instante? ¿Quién te está hablando en este mismo momento? ¿Quién le está escuchando?
Dios es vida, Dios es la energía oceánica. Allí es un árbol y una flor, allá es una corriente y una canción, ahí es un pájaro y acá una roca, ahí es tú y aquí soy yo.
A William Blake le preguntaron una vez, "¿Quién es Dios?" Contestó, "Jesús, tú y yo".
Todo es Dios. Dios es simplemente un nombre para todo. No está sentado por ahí como el director supremo o algo así. Dios lo es todo. Tú estás en Él. Él está en ti. Dios está cerca. Solamente se necesita una pequeña llama, una pequeña luz interior. Entonces, por primera vez, vives. Si no, simplemente deseas; nunca vives. Si no, simplemente esperas vivir algún día, en algún lugar, cuando llegue Godot.
Vivir solamente es posible en este momento porque no existe otro momento. Y cuando digo esto, no empieces a pensar en ello, porque el pensar es un proceso y te lleva al futuro. Escúchame y compréndelo. No es cuestión de pensar. No estoy hablando de ninguna hipótesis, simplemente estoy contándote una realidad, no te estoy dando una doctrina. Solamente estoy indicando lo que hay. No has de pensar en ello. Puedes escucharme y si me has escuchado correctamente, con atención, te darás cuenta de inmediato.
Te perderás una y otra vez porque esta es mi luz, pero una vez te das cuenta de que existe esa luz, entonces descubres que tu luz es también posible. Si le ha sucedido a este hombre, ¿por qué no ha de sucederme a mí? Mis huesos son como los tuyos, mi sangre es como la tuya, mi carne es como la tuya. Soy polvo como tú. Y este polvo se convertirá en polvo de la misma forma que lo hará el tuyo. Si algo del más allá ha sido posible en este hombre, entonces puedes tener confianza. No tienes por qué dudar. También tú puedes dar el salto. Estando conmigo en estos días, mientras estés conmigo, trataré de caminar contigo con mi luz.
Recuerda, complácete en ella, pero no dependas de ella. Lee la Torah, lee la Biblia, disfruta. Son realmente hermosos, pero no dependas de ellos. Disfruta de modo que tu propia urgencia, tu propio deseo, alcance una intensidad, una necesidad, de llegar, de llegar donde ya estás. No es ir a ninguna parte; es quedarte donde estás.
La religión no es una meta; es una revelación. La religión no es un deseo; es una realidad. Solamente necesitas girarte un poco. Y yo te digo, "Sólo un poquito" y todo se hace posible. La vida es entonces posible. Si no vivirás vacío y esperando. No seas como los vagabundos de la comedia de Samuel Beckett, Esperando a Godot. Ya has esperado demasiado. ¡Deja de esperar! ¡Empieza a vivir! ¿Por qué esperar? ¿A quién esperas? ¿Quién es ese Godot?
En este mismo instante la Existencia se encuentra en ti. En este mismo instante todo lo que existe en la Existencia culmina en ti. En este instante eres un crescendo. Abandónate a él. Si puedes comprender que tú eres la meta, entonces resultará muy sencillo entender esta pequeña anécdota, muy significativa y penetrante. Tú eres la meta, tú eres el camino, tú eres la luz, tú eres el Todo. Esto es lo que quiero decir cuando digo, "Eres santo".
Si has venido a mí, recuerda, deja que me convierta en tu impulso, en tu impulso para que llegues a ti mismo. Permítemelo y ayúdame para que pueda devolverte a tu propio ser interior. Éste es el significado de "Maestro". Un Maestro te ayuda a ser tú mismo.
No tengo modelos que imponerte, ni valores, ni moralidad alguna. Solamente puedo ofrecerte la libertad para que así puedas florecer y te conviertas en un loto, en una luz y una vida eterna.
Osho-El Verdadero Sabio Cap. 1